LUGAR: Ruta 231, km. 20, 12 y 57.
FECHA: 17-5-09; de 8.30 a 12.30 hs.
Participantes: Natalia Bevacqua, Marcelo Chambó, Marisa Riquelme, Alejandra Jaliquias
Crónica realizada por: Alejandra Jaliquias
¡Hola pajarólogos tintiqueros!. En principio me ofrecí a escribir de la que hicimos el domingo 17 de mayo en las proximidades del km. 12 de la ruta 231, pero el entusiasmo de Marcelo y la tarde destemplada parece que pudo más y prácticamente ya la armó él. Retomo la que escribió, entonces, complementándolo con lo que recuerdo:
"Hoy realizamos la primer salida luego de decidir la formación del COA. No vimos muchas aves pero la pasamos muy bien. Nos encontramos con algunos caranchos en el camino, y luego unos cuantos jotes sobrevolando la zona del km. 20, seguimos su vuelo, Marisa a la cabeza, por momentos mimetizada en el monte o quizás con alas retráctiles, porque lograba pasar entre los mosquetales y espinos con una facilidad digna de otra especie, aún no nos fijamos si Narosky la clasificó en la guía argentina, posiblemente sea una especie endémica de Cutral Co migrada a Villa la Angostura, pero hasta el momento sólo se trata de hipótesis que merecen la validación en terreno. (De esa especie hasta ahora pudimos averiguar que gusta de agasajar a sus compañeros con delicias dulces, actitud probada en cada encuentro de lo que luego seria el COA). De todos modos, más allá de esas características particulares, parece ser que el marco de trabajo definido por Matarasso encontró fieles cumplidores, ya que éramos cuatro: Natalia, Marisa, Marcelo y yo, pero llevamos comida como para un regimiento o al menos para todo el grupo angosturense con sus familias. Volviendo al 20 Km, la razón de los jotes era un chancho jabalí que pudimos primero oler y luego ver, ya muerto, en el monte, en una zona con paramelas y espinos y unas cuantas matas de rosa mosqueta. Nos encontramos con un Diucón y un aguila en vuelo(sin llegar a identificar cual era).
Luego seguimos en busca de la tranquera que Elsa nos indicara (la habíamos esperado hasta último momento y después nos dijo por teléfono cómo llegar), y finalmente bajamos a la altura del 12 Km y empezamos a caminar, en dirección a la laguna. Pronto vimos unos cuantos Cabecitas negras esquivos a los binoculares pero que finalmente se dejaron ver, y nos hizo pensar que sería un buen lugar para ir en otra época del año. Durante la marcha, nuevamente la vegetación nos mostró que ese camino sólo era apto para especies inclasificadas como la de Marisa, y finalmente el telescopio de Marcelo nos confirmó que no había actividad en la laguna, así que abandonamos la marcha para regresar y hacer un picnic en La Estacada, donde nos esperaban dos biguás secándose las plumas, (por eso de la glándula uropigia que explicó Horacio en el curso), y otros dos juveniles paseando por el Nahuel Huapi que no sabían que según dicen, no es saludable para los jóvenes bañarse en el agua helada. (A lo mejor Marisa, que llevó cámara, puede aportar alguna foto de esa primera salida para el blog).
Luego seguimos en busca de la tranquera que Elsa nos indicara (la habíamos esperado hasta último momento y después nos dijo por teléfono cómo llegar), y finalmente bajamos a la altura del 12 Km y empezamos a caminar, en dirección a la laguna. Pronto vimos unos cuantos Cabecitas negras esquivos a los binoculares pero que finalmente se dejaron ver, y nos hizo pensar que sería un buen lugar para ir en otra época del año. Durante la marcha, nuevamente la vegetación nos mostró que ese camino sólo era apto para especies inclasificadas como la de Marisa, y finalmente el telescopio de Marcelo nos confirmó que no había actividad en la laguna, así que abandonamos la marcha para regresar y hacer un picnic en La Estacada, donde nos esperaban dos biguás secándose las plumas, (por eso de la glándula uropigia que explicó Horacio en el curso), y otros dos juveniles paseando por el Nahuel Huapi que no sabían que según dicen, no es saludable para los jóvenes bañarse en el agua helada. (A lo mejor Marisa, que llevó cámara, puede aportar alguna foto de esa primera salida para el blog).
Además de la observación, fue un momento agradable para compartir charla y vituallas, y surgió construir un blog del COA Tintica, hoy ya concretado gracias a lo expeditivo de Marcelo que lo propuso al instante y la disposición y celeridad de José para ejecutarlo. Como decía Marcelo en su mail precursor de la crónica: "Todo lo que aporten para el crecimiento del COA será bienvenido." Un abrazo, Alejandra.
Ale: Muy linda crónica!!!!
ResponderEliminarGracias
Marcelo
Muy bien. La primera salida valió la pena. Y ya se viene otra con rumbos más lejanos... a San Martín de los Andes.
ResponderEliminarSi alguien tiene alguna otra foto para ilustrar la crónica que la envie por mail y la subimos.
Un abrazo.
JG